Brindemos por el Cabernet Sauvignon

Esta semana se festeja el día del Cabernet Sauvignon. Si bien algunos dicen que es el 30 de agosto y otros que es el último jueves del mes, lo importante es festejar y hablar de este varietal. La celebración nació en los Estados Unidos, más precisamente entre los bodegueros californianos.

Según se dice, las fechas que los californianos analizaban para su conmemoración era la del último jueves de agosto y la del 24 de mayo

El 24 mayo fue el día en que el Steven Spurrier –de la revista británica Decanter– puso en jaque a los vinos franceses con una cata a ciegas contra vinos californianos. Esta degustación fue bautizada como el “Juicio de París”, en la que diferentes Chardonnay y Cabernet Sauvignon de Napa obtuvieron mayores puntajes que prestigiosas etiquetas de Borgoña y Burdeos. El resultado sorprendió a los críticos y los vinos del Nuevo Mundo comenzaron a tomar una gran relevancia.

Sin embargo, no se eligió aquel día porque tal “victoria” fue tanto de tintos, como blancos y se terminó eligiendo el mes de agosto.

Apodado “el rey de las tintas”, el Cabernet Sauvignon es una cepa tinta con sus mayores exponentes en el Medoc (Burdeos, Francia). Nació del cruce entre la uva tinta Cabernet Franc y la uva blanca Sauvignon Blanc antes de 1700. Es la cepa tinta más extendida en todo el mundo. En nuestro país era la cepa más consumida antes de la explosión del Malbec. 

Es el compañero perfecto para carnes rojas, pero también va muy bien con un sinnúmero de preparaciones, como platos cocinados en hierbas y quesos.

Algunas recomendaciones para maridar con cabernet sauvignon: ribs con salsa BBQ, un rico asado o un estofado con finas hierbas como el romero.

Encontramos muy buenos Cabernet Sauvignon en Australia, Chile, California (EEUU), y en grandes vinos de Ribera de Duero y a los grandes supertoscanos italianos. 

En Argentina, el Cabernet Sauvignon es, junto al Malbec, una de las variedades que más se ha investigado en los últimos años, además de ofrecer diferentes perfiles de acuerdo al origen. Argentina ofrece al menos tres estilos propios de Cabernet con una particularidad: todos provienen de climas continentales, algo muy raro de encontrar en otras partes del mundo.

En el noroeste alcanza una asombrosa intensidad de color en el marco de aromas a moras y pimiento verde, mientras que en Cuyo se intensifica el carácter frutado descripto como grosellas maduras. En las zonas más australes se potencian los sabores minerales y terrosos. Al ser añejado en madera o botella adquiere un carácter elegantemente áspero, con aroma a tabaco, cuero y especias.

Conocé todos los Cabernet Sauvignon que tenemos en nuestro catálogo.

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